Bunker cancillería
Bueno, amigos, pues aquí estamos otra vez, dando más caña como pedían algunos o más información...el problema de esto es que dar simplemente información indica lo primero por que parece un chiste.
Pues El Búnker de la Cancillería es un eufemismo dado a la sala que los profesores usan para sus "reuniones". Eufemismo es decir "búnker" por que si ello fuera al menos estaría aislado... no es el caso por que se ven por arriba los pies de los transeúntes que circulan por la acera, metros arriba y presenta un calor insoportable sólo superado por el frío y la humedad del invierno. Decíamos que aquí se reúnen los pobres profesores, parias de la profesiòn en palabras de alguna que tuvo la desgracia (pero también la experiencia) de prestar sus servicios para Formatik. Confiemos en que alguien pueda leer esto antes de que la empresa quiebre o simplemente se caiga de puro viejo y pena.
Con "Cancillería" hacemos referencia a una especie de humor cubano, ya que aquello es todo menos una cancillería...le decimos búnker de la Cancillería por que es un tugurio subterráneo al que se accede por unos escalones. La luz, siempre mortecina y lúgubre, hay que encenderla a ciegas y si no andas listo puedes caer al vació que se abre a tu izquierda...bueno..para ser justos no es un vacío: hay una especie de aljibe que hace un ruido espantoso a veces, y trastos de la limpieza. De la limpieza hablaremos en otro apartado...las limpiadoras son como los linces o los billetes de 500 euros, difíciles e ver...pero no adelantemos acontecimientos… eso es otra historia. Es un búnker por que es subterráneo, habíamos dicho y es cancillería por que recuerda al último reducto del III Reich Alemán: a punto de caer.
Todo alumno sabe que existe una "sala de profesores". Les aconsejo a todos aquellos que lean esto y estén matriculados sólo una cosa: que es preferible no buscar a encontrar: una gran mesa que es la mesa de trabajo de los profesores, rodeada por anaqueles mohosos y roñosos, combados por el tiempo y la mala calidad de sus materiales, armarios en los que hay trabajos y cosas que nadie quiere y que nadie se atreve a tirar y pruebas finales y exámenes de los días de relativa grandeza del Centro. Hay también un radiocasette para los idiomas. Sí, no he dicho mal...una radio con casette...no sé si quieren dar un ambiente retro pero...bueno...lo veremos en el apartado correspondiente de los medios. También hay una especie de taquillas para los profesores que conocieron sin duda, como todo lo que hay allí, tiempos mejores... hay nombres de profesores que hace tiempo huyeron del lugar. Los que llegan lo usan por usarlo, no hay ilusión ni por quitar trabajos y porquería varia de las partes de abajo, recuerdos de otros profesores que se fueron dudando de su vocación. Resumiendo: por no haber no hay ni llave.
Como guinda a tal aberración cutre encontramos, al final, y tapado por una cortina, un cuarto que hace las veces de desván y de almacén de cosas viejas y calefactores que se compran para las empleadas de arriba, para el personal administrativo y no para los alumnos.. y un sinfín de fanfarrias que tampoco valen para nada. En lo relativo a los medios tecnológico-didácticos de los profesores se cuenta con… ¡un solo ordenador!, para todos los profesores, por supuesto, como los mosqueteros: uno para todos. Yo podría jurar que incluso se alegra de que lo enciendas. Dicho artefacto tiene como características unos 2 gb de memoria de disco duro. Carece además de capacidad (RAM, tarjeta de sonido o imagen, o gráfica) para reproducir una simple foto. UN profesor recuerda con pena cómo quiso poner diapositivas en él y no pudo por que la pantalla no tenía resolución suficiente…. para una mísera foto.
Lo que todos esperaríamos ver en semejante panorama, con el suelo de moqueta de plástico de mala calidad quemado en varios de sus tramos, sería una meada de perro… menos mal que no llegamos a tanto, pero no desentonaría...o un borracho con un cartón de Don Simón en cualquier esquina del antro. Rezuma humedad y podredumbre, hay un proyector de diapositivas que nadie usa, cintas de casette de otros tiempos, máquinas y artilugios que la tecnología superó hace mucho y que sospechamos que se conservan para un proyecto de museo de tecnología en desuso. En algún estante curvado por el abandono, el tiempo y la humedad hay un proyector de diapositivas que nadie usa. no hay impresora por que la Dirección, siempre fiel a su proverbial tacañería, tiene miedo de que se gasten folios y tinta.
Cualquiera que no supiera que eso es una sala de profesores, pensaría que en ese lugar se hacen tratos ilícitos, se corta la droga o se llevan a cabo apuestas clandestinas o los más siniestros crímenes a horas intempestivas de la madrugada…hay puertas que no me atreví a abrir por temor a que saliera un cadáver de dentro… con el tiempo comprendí que no los habría, por que de lo contrario la estancia habría olido algo…
Esto es todo de momento…seguimos ampliando…próxima entrega: la secretaría.
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